El 31 de octubre de 2012 los jóvenes argentinos dieron un paso fundamental hacia la ampliación de sus derechos: Se aprobó la Ley del Voto Joven. Chicos y chicas de entre 16 y 17 años quedaban, a partir de ese momento, habilitados para votar en una elección nacional.
A menos de siete meses, de la aprobación de aquella histórica ley, el día miércoles 5 de junio, los jóvenes volvieron a ampliar sus derechos a partir de la media sanción del proyecto de Ley de Centros de Estudiantes.
Es a partir de esta medida que en cualquier tipo de establecimiento educativo se debe garantizar y promover la creación de Centros de Estudiantes que organice a los alumnos. De aprobarse esta ley en el Senado, ya no podrá ninguna autoridad ni directivo de escuela, oponerse a la creación de los mismos.
El impulso de esta ley no es algo casual ni forzado, es simplemente el resultado de una realidad que viene sucediendo en la Argentina desde hace ya diez años: Cada vez hay más jóvenes debatiendo, discutiendo, organizándose, formándose, pero sobre todo entendiendo que hace una década la política dejó de ser una mala palabra, para transformarse en la herramienta que tiene el pueblo argentino para forjar su destino.
Fue un día histórico en la Cámara de Diputados, cientos de jóvenes se hicieron presentes para alzar su voz a favor de este proyecto.
Con alegría, esperanza y ganas de seguir construyendo la historia, los jóvenes siguen militando para continuar con la profundización del proyecto, con el legado de Néstor y de la mano de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, entendiendo que son el punto de inflexión de este nuevo tiempo.
