Néstor Kirchner y la construcción de la Patria Grande. De la Patagonia al Río Bravo
Néstor Kirchner ya pertenece a la historia grande del continente. Su convicción y entrega hicieron posible avanzar hacia una América Latina unida. Palabras y pensamientos del ex presidente Argentino y primer Secretario General de la UNASUR.
Néstor Kirchner fue ante todo un político. Este rasgo tan suyo es quizás su principal legado a la construcción de la Patria Grande, y en particular, a la Unión de Naciones Suramericanas, de la cual fue uno de sus impulsores y primer Secretario General.
La política como lógica de acción
“Nuestros pobres, nuestros excluidos, nuestros países, nuestras democracias ya no soportan más que sigamos hablando en voz baja. Es fundamental hablar con respeto y voz alta para construir un sistema que nos contenga a todos en un marco de igualdad, y nos devuelva la esperanza y la posibilidad de construir un mundo distinto.ˮ
Néstor Kirchner, en la apertura de la IV Cumbre de las Américas, realizada en Mar del Plata, en 2005
La convicción de Kirchner en que la política era la instancia privilegiada para la diagramación de los destinos de las naciones, imprimió a la naciente UNASUR una dinámica que ha caracterizado al organismo desde entonces. A diferencia de otros bloques regionales, en los que prima una lógica más cercana a la burocracia y la diplomacia internacional, UNASUR se ha constituido como un órgano primordialmente político. En él confluyen en diferentes instancias de debate y decisión los jefes y jefas de Estado de los doce países miembros, lo que reviste al organismo de una vitalidad superior a la de aquellos en los que se imponen las formas de la tecnocracia y el protocolo.
Esta comprensión de la política como esfera principal, se apoya en otra certeza del argentino: los únicos poderes revestidos de legitimidad para decidir sobre los destinos de las naciones y la región, son aquellos emanados del voto popular. Los poderes económicos, los grupos mediáticos concentrados o las fuerzas armadas, son poderes fácticos que componen el escenario político pero que de ninguna manera pueden atribuirse la representación de la ciudadanía. Es así como la defensa irrestricta de las instituciones democráticas ha sido uno de los pilares de UNASUR, lo cual ha fortalecido y consolidado las democracias latinoamericanas.
Nacional, Regional e internacional.
“Para el desarrollo que buscamos, nuestra pertenencia al Mercosur, como el mercado regional de lo propio y de la naciente Comunidad Sudamericana, es primordial. Hemos asumido trascendentes desafíos que sólo estaremos en condiciones de encarar con razonables posibilidades de éxito, mediante la coordinación de posiciones y acciones.ˮ
Néstor Kirchner, en la apertura de la IV Cumbre de las Américas, realizada en Mar del Plata, en 2005
La indisoluble vinculación existente entre el plano nacional, regional e internacional fue otra de las certezas de Néstor Kirchner. Su espíritu de unidad partía del diagnóstico de que no había posibilidad de conquistar la justicia social, la independencia económica y la soberanía política, en su caso para Argentina, sin encarar un proceso de integración regional profundo.
Si en décadas anteriores, el proyecto de la Patria Grande era considerado un desafió y una utopía, Kirchner lo entendió como una necesidad, como una condición de posibilidad para lograr la recuperación del bienestar de los pueblos de América Latina.
Esta urgencia de fortalecer lazos entre las naciones hermanas de Latinoamérica, implicó dejar de lado matices y diferencias propias de las tradiciones de cada país, para privilegiar la unidad.
Kirchner fue el gran alquimista en este trabajo de amalgama. Su actitud plural y abierta, su capacidad negociadora y su determinación en llegar a buen puerto, permitieron ir articulando las diferentes partes para ir conformando esta unidad. Este ha sido el gran logro de Kirchner. Haber demostrado que la integración es la nueva forma de la ideología democrática y popular en América del Sur.
Pueblos hermanos y presidentes amigos.
“Es así como deben relacionarse los países, es así como hay que construir las nuevas realidades que nuestras sociedades están esperando, con un gran grado de responsabilidad, con un gran sentido de administración, con un gran sentido de complementariedad, terminar con aquellas viejas disputas de liderazgos de viejos caciques políticos que no entendían que no pasa por quien lidera a quien, sino por cómo se construye junto a otro para darle soluciones al conjuntoˮ.
Néstor Kirchner, Acto de firma de Convenios con la República Bolivariana de Venezuela. 9/12/2007
“Nunca como ahora los gobernantes en América Latina nos hemos parecido tanto a nuestros gobernados.ˮ
Cristina Fernández de Kirchner en la Cumbre de Jefes de Estado del Mercosur y países asociados, realizada en la ciudad de Tucumán, en 2008.
Esta vocación de unidad fue acompañada por una muestra creciente de confianza y amistad entre los presidentes. Abrazos, risas, modos informales, contribuyeron no solo a proyectar una imagen de unidad hacia el mundo, sino a generar una familiaridad creciente entre los ciudadanos de los distintos países con los “presidentes amigosˮ. De esta forma, la identidad latinoamericana comenzó a resurgir al mismo tiempo que el desconocimiento casi total de lo que pasaba al otro lado de la frontera, fue dando lugar a un interés mayor por los acontecimientos en los países vecinos.
En esta búsqueda por unir no solo a los Estados sino a los pueblos y sus identidades, Néstor Kirchner hizo un aporte específico en Argentina. El PLAN NACIONAL DE NORMALIZACIí“N MIGRATORIA, impulsado por el ex presidente en el año 2005, representó un compromiso total por parte del Estado argentino en la recepción de ciudadanos de toda la región para habitar en territorio argentino. “Apostamos mucho a esta política migratoria; apostamos a que sea una política de integración; apostamos a que realmente en el marco del MERCOSUR entren a sentir a cada país como su propia Nación y en este caso a la Argentinaˮ.
La inesperada partida de Néstor Kirchner consternó a toda la región. Las muestras de dolor y gratitud que colmaron la Casa Rosada en Argentina se extendieron por todo el continente, como reconocimiento a su entrega en la construcción de una América Latina unida. Desde cada país llegaron los presidentes para acompañar a su esposa y presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, que desde entonces sigue adelante, junto con sus pares de la región, con el proyecto de construir la Patria Grande.
“Por eso quiero convocarlos a la unidad y a seguir trabajando como lo hemos hecho hasta ahora, sabiendo que no todos pensamos igual en todo, que tenemos diferencias, pero que podemos lograr una síntesis, que es la construcción de una región que va a tener un gran protagonismo en el siglo XXIˮ
Cristina Fernández de Kirchner en la IV Cumbre de UNASUR. 26 de noviembre de 2010
