Vivió en los sueños y convicciones de cada uno de los militantes de este proyecto. Convicciones que no solo no dejó en la puerta de la Casa de Gobierno, sino que las llevó a cada barrio. Contagió así el ansia de la participación a un pueblo desencantado y descreído de la política. Llamó a todos a trabajar por la Argentina y nos mostró que se podía construir un país distinto.
Les habló a los jóvenes, los interpeló y les dio un espacio de partición verdadero. Les devolvió la militancia, que como dice Cristina es el mejor lugar para la juventud. Y dijo: “Son las nuevas generaciones las que deben tomar la posta y las banderasˮ. Nos comprometió.
Lo recordamos por transgresor, porque vino sin dudas, no especuló, se la jugó. Se enfrentó a los grandes poderes y corporaciones del país y del mundo. Soñó con una patria grande e inició la construcción de este gran proyecto latinoamericano. Soñó también un país con instituciones claras y justicia para los 30.000 compañeros desaparecidos, y hoy vemos a genocidas ser juzgados.
Por eso lo homenajeamos militando en cada distrito de la provincia de Buenos Aires como lo hacemos día a día junto a los más humildes. Se recorrieron los barrios con la participación de los vecinos, quienes en cada jornada de trabajo en conjunto con la militancia, entienden el sentido de transformación que propone este modelo nacional. Se pintaron centros de jubilados y escuelas, se reacondicionaron y construyeron plazas y canchas de fútbol, se limpiaron terrenos y se pintaron murales. Además, se realizaron actividades para los más chicos. Juegos recreativos, obras de teatro y radios abiertas acompañaron esta jornada militante llena de emoción.
Lo festejamos porque cambió la historia de nuestro país y porque sabemos que nuestra alegría y felicidad es lo que más le molesta a aquellos que siempre pusieron palos en la rueda para ver crecer a la patria.
Creemos que es la mejor manera de recordar a ese luchador incansable de toda la vida. Porque luchadores como Néstor son imprescindibles para transformar realidades adversas. Porque son los espíritus revolucionarios los capaces de movilizar y comprometer a un pueblo a levantar las banderas del amor y el cambio.
Por eso y para siempre, Néstor estará en la memoria y el corazón de los argentinos.