Tuve el privilegio de conocer a Néstor, de compartir momentos inolvidables, de jugar a la pelota con él, de aprender de él; aunque estoy seguro que aprendí mucho menos de lo que Néstor me enseño. No me equivoco al decir que tuve el privilegio de vivir durante la Argentina de Néstor Kirchner, durante la preponderancia política y
Durante la campaña presidencial que se desarrollaba durante el año 2002, vi una entrevista donde le preguntaban a Néstor acerca de la adopción de niños por parejas del mismo sexo. El aquel entonces candidato que no superaba los 4 puntos en las encuestas,respondió con sorprendente soltura. “Si los adoptantes le van a dar amor, ¿qué problema hay?”. Ocho años después, se sancionaba la ley de matrimonio igualitario. En ese entonces, me generó real sorpresa la respuesta de un candidato al que veía tímidamente como una o
Las primeras palabras con Néstor, fue a instancias de una reunión en el despacho presidencial luego del acto de la ex Esma, a la que asistimos con Abuelas, Madres y Nietos. Néstor, parado en la puerta de su despacho, recibía y saludaba a cada uno de los invitados. Me toco entrar último, y Néstor me dijo, “Alicia (Kirchner) me hablo muy bien de vos”. No fue una gran definición política, no fueron palabras de una tremenda épica para plasmar en un libro, pero para mi fueron palabras de amor, de protección, de cuidado. Eso es lo que sentí todas las veces que estuve con Néstor.
Durante los largos días de búsqueda de mi identidad, durante el 2003, tuve un temeroso llamado de alguien al que no veía ni hablaba hacia siete años, el apropiador. Esta persona, sabia que yo estaba con dudas sobre mi origen. Especulo y quiso intervenir o interrumpir el camino de la verdad. Me pregunto quien sabia de mis dudas. Con temor pero con absoluta firmeza, le espeté, elevando la voz. “lo saben Estela de Carlotto yNéstor Kirchner”. Yo no conocía al Presidente y él a mí tampoco, pero fue una mentira piadosa para cubrirme. Necesitaba la protección de alguien, ante la impunidad del aparato y maquina del mal que tanto daño causo a nuestro pueblo. No me equivoqué,Néstor me cuido. Y lo sigue haciendo ˮ¦
Tengo el privilegio de haber tenido una relación intensa con Néstor, pero que no deja afuera a ninguno de nuestra generación, hayan hablado con él, o no. El fue mucho más que una gran referencia, fue nuestro protector, el padre de todos nosotros. Desde el recuerdo, la emoción y la memoria, me atribuyo que fui como un hijo para Néstor, y con mayor firmeza aseguro que Néstor fue el papa que nunca pude tener. Varias veces repitió en mi presencia que mis papás tenían 17 y 19 años respectivamente. Lo hacia para caracterizar las atrocidades cometidas por la sangrienta dictadura, lo hizo para explicarle a un funcionario despistado lo que significó esa época. Aunque también creo que lo hacia para decirme entre líneas, “Juan, Cristina y yo los vamos a cuidar”. Así fue con Néstor, y así es en la actualidad con Cristina.
A dos años del 27 de octubre, podemos aseverar que ese día, paso la inmortalidad, como así sucede con los grandes de la historia. Esta idea no pretende ser usada mecánicamente conformando un discurso de repetición permanente y constante, llegando al estatus de frases hechas y comúnmente utilizadas ante hechos similares. Por lo contrario, creo con ímpetu, que las ideas superan a las personas, que los ejemplos, los hechos concretos y las acciones perduran, se eternizan en los pueblos, cuando se les hace bien. La pasión de Néstor por la política transformadora y su vocación de cambio, hizo que las acciones, método e ideas de Néstor, lo superen a él mismo. Esa es parte de la explicación que da entendimiento al por qué miles y miles de jóvenes de distintos puntos del país, nacen al interés político a instancias de Néstor y Cristina. No alcanzarán los sociólogos ni los especialistas en juventud para algo tan simple y tan olvidado por el sistema político decadente durante varias décadas. Néstor fue tra
Entrada la madrugada de una noche de invierno de 2010, luego de una sobre mesa, con algunos compañeros de La Cámpora, pudimos escuchar de su boca una promesa autocumplida en la actualidad. Néstor dijo que no quería ser el último de lo viejo, sino, el primero de lo nuevo. Son muchas las veces que pienso acerca de la felicidad que debe tener, de ver las acciones transformadoras de Cristina, sus debates, su tarea ejemplar. Son muchas las veces que pienso que nosotros, estamos cumpliendo ese legado de lo nuevo, que él decía. De algo estoy muy orgulloso, colectivamente, estamos cumpliendo con la tarea encomendada, lo que antes hacia í‰l. Estamos cuidando a Cristina.
Es ella, es ella ˮ¦, decía infinidad de veces. Lo sabía desde hace muchos años. Era ella, la del 55%, la de YPF, la de la ley de medios, la del matrimonio igualitario, la del código civil y penal, la de la ley del peón Rural, la de la ley de tierras, la que va a liberar nuestra Patria. Indiscutiblemente, Nés
Gracias Néstor, Fuerza Cristina.