La Presidenta pasó por la localidad correntina de Itatí, donde recibió el afecto del pueblo correntino. La militancia dijo presente y la fiesta fue completa, ni el Sol aplacó el fervor en la multitudinaria movilización y los estridentes cantos.
Bajo la consigna Unidos y Organizados, los jóvenes que apoyan al proyecto nacional y popular le hicieron el aguante a la Presidenta en su paso por Itatí. Miles de chicos que luchan día a día por un futuro mejor coparon la pequeña localidad y la vera del Paraná, los canticos fueron los protagonistas.
Las frías crónicas periodísticas hablarán de que la Presidenta pasó por la pequeña localidad correntina para dejar una de las 7 banderas que se plantaron en las Islas Malvinas, en el marco del Operativo Cóndor. Además no faltarán las suposiciones políticas y tergiversaciones del discurso que dio en las puertas de la histórica Basílica de la Virgen. Pero allí pasó mucho más que eso.
La plaza Fray Luis Bolaños fue un lugar de alegría, donde miles de jóvenes de diferentes partidos, agrupaciones, organizaciones y provincias demostraron porque “Unidos y Organizados” es algo más que un slogan o una promesa. Es una realidad y un compromiso para consolidar y profundizar los cambios del país desde 2003.
Los grupos de militantes fueron llegando con los primeros rayos del Sol, procurando estar lo más cerca posible de la compañera Presidenta. Itatí, una pequeña localidad de no más de 10 mil habitantes, en pocas horas fue multiplicando su población ocasional. Millares de personas de todas las edades ya estaban apostados allí. Esperando a “Ella”.
La Cámpora, JP Descamisados, Octubres, JP Evita, Kolina, La Gí¼emes, la Juventud Peronista y la Martin Fierro dijeron presente. También la Federación Juvenil Comunista, Andresito y más. Además también estuvieron organizaciones sindicales, como CTA o Smata y cientos de malvineros interesados en contarle a Cristina las demandas actuales del sector.
El calor no era rival para la pasión y el fervor de los chicos, que al ritmo de los cantos celebraban los logros y avances durante los últimos años. La asignación universal, YPF, la Ley de Medios y muchas cosas más. Néstor Kirchner también fue recordado en numerosas oportunidades.
Bajo las altas temperaturas, tan características de las siestas primaverales correntinas la plaza se fue llenando de militantes y de personas que venían a saludar a la Presidenta. Casi todos eran jóvenes, lo cual ratifica en esta provincia el fenómeno que se observa en todo el país, cada vez hay más chicos interesados en participar de la política.
La tarde iba cayendo y la ansiedad crecía. La única manera de calmarla era seguir cantando, y cada vez más fuerte, esta vez, celebrando la histórica elección de 2011, que cumpliría su primer aniversario en tan solo 5 días. Faltaban tres horas para la llegada de Cristina, pero la gente ya estaba cuidando sus lugares, firmes pero siempre con respeto. Rodos queríamos estar lo mas cerca posible del atril. La hora llegó. Cerca de las 18.30 la Presidenta ingresó a la Basílica para depositar una de las 7 banderas que flanearon en las Islas Malvinas. Luego de una pequeña ceremonia religiosa, Ella salió. La plaza, repleta, la recibió con algarabía.
Mientras la Presidenta habló, el público no paraba de expresar su cariño a la mandataria, mediante cantos y gritos, Ella agradecía mirándolos y tocándose el pecho, como diciendo gracias y que los tenía en su corazón. Ese fue el momento en que recordó a la democracia y les comentó a los presentes lo maravilloso que es que puedan cantar, discutir y hacer flamear banderas en tiempos donde cualquiera puede hacerlo, sin que haya represión como la que hubo en tiempos de Dictadura. Recordó la histórica valentía de los soldados correntinos en las Malvinas, quienes con pocas armas y conocimientos bélicos pusieron el pecho al enfrentamiento a puro coraje.
Por último, llamó a redoblar esfuerzos para afianzar el crecimiento logrado en estos años y que se pueda seguir en este rumbo que tanto beneficio dio a los argentinos y seguirá dando. Entre todavía más gritos, cantos y saltos, la gente despedía a la Jefa, a la líder del proyecto de país del que están convencidos de que es el indicado, y mientras Cristina iba alejándose con sus colaboradores y demás políticos y dirigentes, la desconcentración se iba realizando, tranquila, sin ningún apuro ni problema.
“Maldición, fue un día hermosoˮ. Sí, fue un día hermoso, donde la unidad que expresa la juventud se nota y que seguirá aún más firme luego del paso de Cristina, a quien por primera vez la vieron tan cerca de su lugar de origen. La Presidenta emocionó a todos, llegó al corazón de cada uno. La militancia continúa, en cada rincón del país: militando, unida, organizada y solidaria para profundizar el proyecto.