Con más de 2000 compañeros tucumanos, sumado a una gran cantidad de todo el país que también asistió (con gran concurrencia del NOA), La Cámpora encabezó una gran columna que adquirió un rol protagónico en la movilización, tal cual lo demuestra cada vez que moviliza en cualquier lugar del país.
Con gran esfuerzo y participación de todos los compañeros, La Cámpora demostró una vez más estar a la altura de las circunstancia y acompañamos a la Presidenta demostrando que hay una juventud militante capaz de organizarse, trabajando unida y solidaria.
Durante más de un mes, los compañeros de Tucumán pusieron su énfasis en la organización de este gran día. Así, por ejemplo, hubo compañeros que estuvieron encargados de la vestimenta para la murga. Se trabajó en charlas y debates acerca de lo que significa el día de la Patria, el concepto de independencia; realizando talleres en toda la provincia.
Mientras el gran día se acercaba, llegaban a Tucumán compañeros de todo el país, militantes de los cuatro puntos cardinales que colaboraron en cada una de las básicas ultimando detalles y ayudando en los preparativas.
Llegado el 9 de julio, una bandera gigante flameaba sobre el puente peatonal, a metros del lugar de concentración. Siete compañeros pasaron la noche en el parque alrededor de una fogata para cuidar la carpa donde se concentraría el día posterior a las 08:00 de la mañana los miles de compañeros que aguardaban para homenajear a la Patria y escuchar a la compañera Presidenta.
Con gran compromiso, comenzaban a verse los primeros “cumpasˮ que llegaban al punto de encuentro. Dos ollas con 100 litros de mate cocido, más cuatro bolsas de tortillas calientes era lo que se había preparado de desayuno para los recibir a los militantes. Una vez concentrados los dos mil compañeros, se procedió a formar la columna para la flameante entrada al hipódromo, lugar donde hablaría en unas horas la Presidenta.
Detrás de “La Cámpora secundariosˮ (quienes tuvieron el orgullo de ser la vanguardia de la columna), una gran murga, y el resto de toda la organización, se arengaron y empezaron a saltar ante la consigna: “Tomála vos, damela a mi, el que no se salta, es de Clarínˮ. A partir de ello, entre cánticos y música al compás de la batucada, La Cámpora hacia su gloriosa entrada al Hipódromo, a los ojos del resto de los compañeros de otras organizaciones que respaldan el modelo nacional y popular.
La columna se ubicó frente al escenario y desplegó toda su mística, se desplegó una enorme bandera con la cara de Néstor y Cristina, así como también se pudo ver un centenar de banderas que se desplegaron en la multitud presente. Las ansias de escuchar a la Presidenta se veían en los rostros de todos los militantes. Por supuesto, cuando Cristina se hizo presente, el cántico más representativo del campo nacional y popular ensordeció a los presentes con su mensaje más claro: “Somos de la Gloriosa Juventud peronistaˮ.
Cristina comenzó un discurso lleno de convicción, con un mensaje claro: “Un gran objetivo: solidaridad, igualdad y equidadˮ. También, aludió con vehemencia a la antítesis existente entre el modelo político anterior, excluyente e inequitativo y la complicidad de los medios para silenciar medidas que por aquellos años se tomaban y no eran consultadas ni dadas a conocer: “ Díganme si a ustedes les decían que iban a tomar tal, o cual medidaˮ , a la cual la multitud respondió “Noˮ. Por último, hizo hincapié en cambios paradigmáticos que deben darse en distintos sectores que aún faltan por mejorar. “Queremos una universidad que este al servicio del puebloˮ, afirmó la presidenta, y sonrió al escuchar a los compañeros de la universidad: “Universidad, de Néstor y Cristina, y al que no le guste, gorilaˮ.
Después del saludo final de la Presidenta, quien llamó a la organización de todos los sectores como premisa imprescindible, la emoción de los “cumpasˮ presentes devino en una gran fiesta donde flamearon las banderas.
Tal cual la organización acostumbra, la desconcentración se produjo en forma organizada y pacífica, y una gran nostalgia invadió a cada compañero. La sensación de haber cumplido con la tarea de recibir a la presidenta, de escuchar su mensaje cada vez más claro y convincente, y el desafío que porta por delante nuestra organización, llena de orgullo a los militantes y yace sobre su más preciada consigna: Unidos, Organizados y Solidarios.
¡Viva la Patria!.