En el corazón de Villa Urquiza reluce un mural homenaje al líder y ejemplo de militante, quien irrumpió en la vida de millones de argentinos y les cambió la vida, quien acercó a miles a la política: Néstor Kirchner.
Desde el pasado viernes 16 de marzo, la esquina de Tamborini y Donado irradia una imagen suya que lo representa en su esencia, tocándose el corazón, con un gesto que transmite su alegría y plenitud.
El lugar elegido donde plasmaron su arte no fue azaroso: frente al paredón del Cepas desde donde hoy Néstor mira a los traseúntes está ubicado el boulevard Goyeneche, en donde los militantes habían realizado la Jornada Cultural por la Memoria en recuerdo por el golpe del 24 de marzo y que este año volverán a repetir como forma de homenajear a los desaparecidos.
Precisamente el ex presidente, quien representa parte de esa lucha por reparar a las víctimas y mantener viva la memoria, fue quien tuvo la decisión política de impulsar los juicios a los genocidas y quien entabló un vínculo de compromiso con los organismos de derechos humanos.
Cuando anochecía, los compañeros prepararon los materiales necesarios y pusieron manos a la obra para dar comienzo a la actividad. Todos los militantes se quisieron sumar al armado colectivo de su figura, como metáfora del kirchnerismo: un movimiento compuesto por distintas generaciones, de diversas tradiciones políticas, pero con la misión colectiva de trabajar por una Argentina con justicia social y garantizar la felicidad del Pueblo.
Como muestra de su inserción territorial, vecinos curiosos que por allí pasaban se quedaban a contemplar el armado, otros aportaron mística al musicalizar la jornada con la marcha peronista y otras canciones que forman parte de la liturgia del proyecto nacional y popular.
Pensado como un homenaje por su pasión y ejemplo militante, el mural también incluye una frase que se convirtió en vox populi la larga noche en los que millones de argentinos, militantes y ciudadanos sin ninguna vinculación política, se acercaron el 27 de octubre a despedirlo en la Plaza de Mayo: ” ¡Gracias Néstor, Fuerza Cristina!”.
A pesar de que su partida dejó un vacío profundo, su presencia está latente y se refleja en cada logro conseguido y en cada acción que lleva adelante Cristina a favor de las mayorías. En pleno Villa Urquiza, en donde día a día los compañeros militan siguiendo su legado, las calles y las paredes irradian kichnerismo.
Como expresión de la batalla cultural que se libra desde 2003, Néstor sostuvo al recuperar la ex ESMA: “No es reconcor ni odio lo que nos guía, me guía la justicia y la lucha contra la impunidad”, palabras que son sentimiento multiplicado en miles de argentinos y forman parte de la esencia del proyecto encabezado por í‰l y Ella.