La última dictadura cí­vico-militar arrebató muchas cosas a los argentinos, entre ellas, la tradición barrial de que los vecinos pudieran juntarse a disfrutar de los feriados de carnaval; sin duda la organización popular y los movimientos barriales tení­an mucho que ver con estos eventos. Por esta razón, los militantes creen que es sinónimo de festejo que la compañera Presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, haya recuperado los feriados, y una manera de festejarlo fue llevando el corso al barrio Libertad en Florencio Varela.

Comenzó a las seis de la tarde, con las primeras tiradas de espuma y minutos después, llegó La Chilinga, con toda la fuerza de la percusión, haciendo que más vecinos se sumaran al corso. La banda de cumbia La Ranchada, que además son vecinos del barrio, hicieron bailar hasta a los más pequeños y la murga los Tinny Toon de Beraza sorprendieron a todos con sus coloridos trajes y la alegrí­a de sus bailarines. Luego aparecieron Los Tatitos de Lanús. La murga compañera se abrió paso sobre la Avenida Novak con dos muñecos enormes, uno de la compañera Cristina y otro del querido compañero Néstor. Los Parraleños hicieron cantar a todos y le pusieron rock a la noche que ya caí­a sobre el barrio.

El cierre fue de la mano de los Dandys de Boedo, que mientras llegaban bailando de turquesa y blanco, los vecinos se preguntaban si se realizarí­a el festejo nuevamente el fin de semana que viene. Ver la alegrí­a y también la cantidad de personas que llegaron de otros barrios para disfrutar del corso, demostró la importancia que tienen estos festivales en los barrios, ya que son un punto de encuentro para los vecinos. Los chicos, jugando y cantando, son el ejemplo de un modelo de paí­s que se profundiza dí­a a dí­a para aportar a la felicidad de los 40 millones de argentinos. Como bien dirí­an los compañeros de los Dandys “La Argentina está tranquila con Cristina enla Rosada”.