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FUERZA Cristina

Ya estaban en el escenario Elena, Haydeé, Cecilia, Ariel, Victoria, Federico,   Jésica, Jorge, Atilioˮ¦, historias de vida de un paí­s real. También estaba í‰l, en cada uno de nosotros. Sólo faltaba Ellaˮ¦

Las imágenes de la Argentina real comenzaron a proyectarse, su voz: “ˮ¦Cada vez que me pregunto de dónde sacamos tanta fuerza, miro a un argentino o a una argentina a los ojos y lo entiendo todo. Es la Fuerza del Amor, es la Fuerza de un Paí­s, de un Pueblo. Es la fuerza de cuarenta millones de almas y de corazones, es toda es fuerza juntaˮ. La fuerza de la historia sintetizada en Ella se hizo presente, y las manos de todos la abrazaron en un interminable instante, que se hizo eternidad.

La fuerza de la historia la trajo hasta nosotros. Es su tiempo, el  de superar “diferencias sin perder identidadˮ. Es su historia, la de una trabajadora que luchó y militó creyendo que un paí­s mejor era posible. Es su amor por í‰l y por este Pueblo que se levantó tras “el infiernoˮ lo que le da fuerzas para seguir adelante. Es su época, la que le permite“tomar la decisión definitiva de pertenecer como paí­s a esta América del Sur y de tomar las decisiones en conjunto con nuestros vecinos, compañeros y amigosˮ, porque “esta es nuestra tierra, este es nuestro paí­s, aquí­ pertenecemosˮ.

El Teatro Coliseo fue nuevamente escenario de un dí­a histórico. En el mismo lugar que en abril del 2003 Néstor presentara su plan de Gobierno, en el mismo escenario que antes de las históricas elecciones del 14 de agosto afirmara: “Aquí­ estamos, de pieˮ, Cristina Fernández de Kirchner cerró su campaña de cara a las elecciones presidenciales del 23 de octubre. El Teatro contení­a en su interior el grito de los más de diez millones de argentinos que la respaldaron en las Primarias.

El aplauso extendido, el cariño infinito hacia esa mujer que allí­, en el centro del escenario, ubicada estratégicamente de cara a su pueblo que le cantaba, sonreí­a. “Le vamos a demostrar que Néstor no se fue, volveremos a ganarˮ, cantaban los pibes y ella hací­a fuerza por no quebrarse. Detrás, la fuerza de la polí­tica, la transformación concreta, la única verdad: la realidad. Historias de vida que dejaron de ser sólo ilusiones, gracias a las polí­ticas de inclusión llevadas adelante por Néstor y por Ella. Agradecida, emocionada, pidió que “se la hagamos fácilˮ.

“Quiero agradecerles a los millones de argentinos, que a lo largo y a lo ancho del paí­s (ˮ¦) me decí­an: ˮ˜Fuerza Cristinaˮ™ˮ, comenzó diciendo la Presidenta. “Quiero agradecerle a mis dos hijos, a Florencia y a Máximo, sin los cuales hubiera sido imposible seguir. Perdónenme, yo sé que í‰l está en todas partes, pero en ellos dos está más que en ninguna otraˮ, dijo profundamente emocionada.

La fuerza de la alegrí­a: El candidato a vicepresidente, Amado Boudou, estaba sentado en el escenario junto a todos los hombres y mujeres que forman parte de la Argentina real. “La fuerza de la alegrí­a, la fuerza del trabajo ˮ“dijo la Presidenta en alusión a su compañero de fórmula-nos acompaña en un Proyecto Polí­tico del cual es parte, se siente parte y nos va a permitir, no ya a mí­, sino a todos los argentinos, tener mayor institucionalidad, pero institucionalidad en serio, no solamente desde el discursoˮ.

La fuerza de la juventud: La Cámpora colmó parte del Coliseo y las inmediaciones, y desde temprano desplegó las banderas. En la segunda bandeja, los compañeros deshací­an sus gargantas con el clásico: “ ¡Vamos Cristina no podemos perder, Néstor nos mira con Perón desde el cielo, a la Patria la vamos a liberar por todos los compañeros!ˮ Una juventud que se siente orgullosa de “cantar el himnoˮ, una juventud que asume su rol histórico en la defensa de un modelo de inclusión iniciado en el 2003 y que no olvida que es “heredera de Perón y de Evitaˮ, una juventud que se siente “argentinaˮ, que agradece a Néstor y a Cristina haber recuperado la polí­tica como herramienta de transformación y no haber dejado sus convicciones en la puerta de la Casa Rosada.

La fuerza de í‰l: “Estamos en un momento complejo, difí­cil y turbulento del mundo, donde se han caí­do los í­conos que durante estos ocho años trataron de convencernos ˮ“y afortunadamente no lo lograron-, primero a í‰l y después a mí­, de que lo que estábamos haciendo estaba mal, que tení­amos que cambiar. A veces pienso, en tren de imaginación,   qué hubiera pasado si en aquel 2005 no hubiera   estado í‰l, no hubiera sido í‰l el presidente de la Argentina en aquella Cumbre que se realizó en nuestro paí­s para ver si nos incorporábamos o no al ALCA ¿Qué hubiera pasado? y ¿qué nos hubiera pasado hoy a todos nosotros? Si í‰l no hubiera decidido definitivamente cancelar la deuda con el Fondo Monetario Internacional, y de esa manera tener una polí­tica y una decisión de autonomí­a razonable y nacional, en la adopción de medidas y de polí­ticas para todos los argentinosˮ.

La fuerza del crecimiento: “Este es el año en que estamos creciendo en forma acumulada al 9,1%   y, además, les puedo adelantar, además, que la desocupación que en el anterior trimestre era de 7,3, este tercer trimestre es del 7,2, debido al crecimiento de la actividad económica y aún sin presupuesto aprobado. Esto revela lo importante que   son las polí­ticas que una sociedad adopta, que un Gobierno adoptaˮ.

La fuerza del trabajo: ¿Qué debemos hacer entonces los argentinos?, ¿cuál es la actitud que debemos adoptar? La de redoblar el esfuerzo en el trabajo, y yo digo que, además, estamos también en una posición, no solamente   por los pilares básicos de nuestra economí­a, sino porque, por primera vez, podemos pensar a mediano y a largo plazo, algo que en la   Argentina no sucedí­a desde hací­a mucho tiempoˮ.

La fuerza de la educación: “Estamos trabajando en un plan para ir también profundizando la necesidad de adecuar nuestro sistema educativo a esta nueva Argentina, que necesita de nuevos profesionales, que necesita   de nuevas actividades que acompañen el desarrollo   económico del paí­s. El compromiso con lo cultural, el compromiso con la educación, no solamente debe ir unido a la formación, sino también a la preparación para un mundo difí­cil y que cada uno de nuestros egresados pueda tener trabajo cuando obtiene el tí­tulo en su Universidad. Formación y preparaciónˮ.

La fuerza de la unión: “Quienes más tení­an en este paí­s, y no me refiero a la actualidad, sino a la historia de la Argentina, no supieron en estos doscientos años formular un proyecto de paí­s   en el cual todos se sintieran incluidos, donde todos se sintieran parte, donde todos tuvieran la fuerza, la decisión y la convicción para tirar para el mismo lado. Este es el gran desafí­o que tenemos los argentinos   en este tercer centenario que empezamos. Esta convocatoria a trabajar por una Argentina diferente es el punto de unidad para   superar diferencias sin perder la identidad. Nadie pierde la identidad ni su historia si colabora y coopera con lo que la sociedad democráticamente elige para construir un paí­s mejor y una sociedad con mayor solidaridad, con mayor inclusión, con mayor democracia, con mayor pluralidad. Esta también es una convocatoria a todos, a esa unidad nacional que siempre nos fue negada en nuestros doscientos años de historia y, en la que yo cifro también, una de las claves del fracaso argentinoˮ.

La fuerza de las convicciones: “Sé que no es fácil, porque hay intereses. Los sectores tienen siempre intereses, pero lo importante es que cada uno de esos sectores, cada uno de esos espacios, los que defienden sus derechos, y que es normal que así­ sea, en toda sociedad pasa lo mismo, pero comprendan que esta argentina es presidenta de los cuarenta millones de argentinos y tiene que articular los intereses para los cuarenta millones de argentinos ¡Eso sí­, que también tengan claro que siempre va a ser con polí­ticas de inclusión social y de defensa de los sectores   más vulnerables! ¡Porque esta   no es una lucha de imparciales! ¡Yo no soy neutral! Yo  voy a estar siempre del lado del combate, contra la desigualdad, por más libertad, por más democracia, por más derechos humanos,   por más pluralidadˮ¦, por esta Argentina que hemos logrado construir con tanto esfuerzo y por la que í‰l dio su vida   ¡Se lo merecen los cuarenta millones de argentinos, se lo merecen los que ya no están, se lo merece í‰l y se lo merece nuestra propia historia!ˮ

El próximo 23 de octubre ¡Vamos por más Patria!, por una Patria Grande, Libre, Justa y Soberana, una Patria que nos contenga a todos. Una Argentina que se construye de una sola manera: con cada una de las Haydeé que a fin de mes cobran su jubilación; con cada pibe que ve en Braian un sueño posible; con cada argentino que, al igual que Jésica, ve crecer a sus pibes en una casa propia; con las familias numerosas de la Argentina Profunda que se sientan cada domingo a ver un partido de fútbol, como Helena; con los cientí­ficos que vuelven, como Cecilia, porque los necesitamos; con los jóvenes, como Ariel y como Federico, que nos muestran la calidad de nuestra educación pública; con empresarios como Jorge; con la fuerza de los miles de Atilios que han recuperado su trabajo y, con él, la dignidad; con los cientos de Victorias que han recuperado su identidadˮ¦, con los cuarenta millones de argentinos que creen en La fuerza de un Pueblo.


Portada
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Ambiente
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