Mayra Soledad Mendoza nació en 1983 en Quilmes, provincia de Buenos Aires. El mismo año del retorno a la democracia, coincidencia o no, ese año la Republica Argentina retomó las riendas de la política activa. De niña contemplo con admiración la foto de Evita y escucho a su padre repetir reiteradas frases que con el tiempo descubriría que eran de Juan Domingo Perón.
En su adolescencia se desempeñó en el Centro de Estudiantes del Secundario Normal de Quilmes tomando la iniciativa entre sus compañeros de colegio. Además los fines de semana daba clases de apoyo escolar en la Villa Kolynos a escasas cuadras de su hogar.
Esta fue una de las acciones que marcaron su vida y plantaron en su interior una semilla con un rol social y compromiso por ayudar a los más necesitados que crecería con el transcurso del tiempo.
Descreída de la política en la década del 90 como la mayoría de los argentinos, termina el secundario a fines de 2001 con un país que se encontraba al borde de la anarquía, entre cacerolas y piquetes no había horizonte en el mar de incertidumbre que se encontraba nuestra querida Argentina.
Con la llegada de Néstor Kirchner a la Casa Rosada en mayo de 2003 se prendió una luz de esperanza en el corazón de los argentinos, muchos de ellos jóvenes como Mayra que empezaron a involucrarse en la militancia activa.
Compromiso K fue el lugar elegido por esta joven militante que encontró su espacio de construcción política, circulaba el año 2005 y en aquel momento comenzaba a gestarse la juventud kirchnerista como organización política.
Ya en 2007 y en plena campaña de Cristina Fernández de Kichner se juntan diversas agrupaciones políticas con el objetivo de unificar fuerzas y se crea La Cámpora con el fin de defender el Proyecto Nacional y Popular que dio inicio el 25 de mayo de 2003 y continúa en nuestros días con Cristina.
Luego de las elecciones se puso en juego el modelo de país, con el conflicto del campo. Uno inclusivo que busca la redistribución de la riqueza para todo el pueblo y otro que nos retrotrae a los ideales de principio de siglo con el modelo agroexportador que almacenaba la riqueza en manos de unos pocos. En los momentos más difíciles es cuando se ven los leales y fueron estos días cuando compañeras como Mayra doblegaron esfuerzos para defender este Proyecto.Conjuntamente participó en la construcción de la JP bonaerense.
A mediados de 2009 tuvo la inolvidable oportunidad de ser parte de la gestión de este gobierno nacional como Gerente de Relaciones Institucionales de la ANSES y de participar en la implementación de políticas publicas revolucionarias para nuestro pueblo decretadas por Cristina e implementadas desde ese organismo gubernamental como son la Asignación Universal por Hijo y Conectar Igualdad.
La política se caracteriza por ser una actividad en la cual predominan los hombres, sin embargo para Mayra esto nunca fue un impedimento para demostrar su temperamento y templanza a la hora de tomar decisiones al igual que en los momentos de llevarlas a cabo. Estas cualidades la llevaron a formar parte de la mesa de conducción nacional de La Cámpora, siendo la única mujer de la misma. Una compañera de genero como dice nuestra Presidenta.
La partida terrenal del conductor de este proyecto, además del paso a su inmortalidad, marcó en Mayra que las ideas trascienden a las personas, y como un ángel que nos cuida y a la vez nos guía en nuestras decisiones para no equivocarnos, ella comprendió que todo lo que Néstor hizo nos tiene que quedar como enseñanza y como ejemplo para continuar con este modelo de país inclusivo que el pensó y llevo adelante junto con Cristina primero en Santa Cruz y hoy perdura en todo el territorio. Y es nuestra responsabilidad como jóvenes comprometidos políticamente en continuar su legado.
La Rivera fue el barrio elegido por Mayra para comenzar a cambiar la realidad de los quilmeños, un barrio con muchas necesidades pero al mismo tiempo con las mismas fortalezas para sobrellevar las adversidades. A escasos metros del Río de La Plata se construyó con mucho esfuerzo y sacrificio la Unidad Básica que hoy congrega a centenares de jóvenes y no tanto que hoy encuentran su lugar para participar y transformar la realidad de sus amigos, compañeros, vecinos y de toda persona que necesite de la ayuda de nuestra organización para terminar de una vez con las injusticias que hoy todavía existen en algunos rincones de nuestro territorio. Es por este motivo de suma importancia incluir a todos los argentinos en este proyecto colectivo que crece día a día con el objetivo de alcanzar la felicidad del pueblo.