Jornada histórica del movimiento estudiantil secundario
Simbólica convocatoria la del viernes 16 de septiembre realizada por los estudiantes secundarios de la Ciudad de Buenos Aires. Como cada año, la conmemoración de “La noche de los lápices” representa un canto de libertades y derechos; pero este año, como consecuencia del contexto internacional y regional por el que pasa la educación pública y las manifestaciones juveniles a lo largo del mundo, levantó consigo la bandera de una Patria soberana que celebra sus derechos, que defiende y profundiza sus logros y que gracias a los vientos del sur profundiza el camino de la inclusión, para que cada pibe pueda acceder a cumplir con sus estudios.
Más de cinco mil estudiantes secundarios se concentraron en la Plaza de los Congresos para marchar hacia Plaza de Mayo. El recorrido se vivió con mucha alegría y es que todos saben que “nada grande se hace con la tristeza”.
Las canciones, las consignas, las banderas dieron cuenta de una generación que se ve acompañanda por un Proyecto Nacional que entiende que no hay posibilidad de crecer sin educación y que el acceso a los estudios y la igualdad de oportunidades que tiene la “generación del bicentenario” es el camino para que pasen a la historia.
Las columnas de los distintos colegios fueron acercándose a partir de las 15 horas. El punto de encuentro de La Cámpora fue la esquina de Sáenz Peña y Av. Rivadavia. Los compañeros Andrés “Cuervoˮ Larroque y Juan Cabandié se sumaron al homenaje de los secundarios a esa generación que luchó por la defensa de sus ideas y que encuentra en estos estos jóvenes el reflejo de aquella juventud maravillosa que soñó una Patria más Justa, Libre y Soberana.
Al llegar a la Plaza de Mayo, Facundo Velázquez – La Cámpora Secundarios CABA ˮ“ dió inicio al acto en el que hablaron secundarios de diversas organizaciones políticas y hasta compañeros venidos especialmente del país hermano de Chile. Facundo expresó la voluntad de los miles de jóvenes que allí se encontraban: “Los secundarios sentimos este proyecto en lo más profundo de nuestro corazón, porque laburamos, porque militamos todos los días, porque somos el pueblo, porque somos el kirchnerismo al palo. Que lo sepan todos; somos conscientes y asumimos el rol que tenemos dentro de la historia. Como decía Chicho ¡Somos nosotros! ˮ.
El cierre de la actividad estuvo a cargo del compañero Iván Icardi: “Qué alegría que hoy estemos todos juntos acompañando el proyecto nacional que inició el compañero Néstor Kirchner y hoy conduce nuestra Presidenta. Tenemos que saber que si estamos acá, organizados, es gracias a ellosˮ y agregó que “también es gracias a ellos que, quienes cometieron delitos de lesa humanidad, hoy están presos o siendo juzgados. Que, gracias a ellos, el pueblo argentino recuperó la memoria y se está organizando. Y nosotros bien sabemos que cuando un pueblo está organizado es invencible. Eso somos nosotros; invencibles. Compañeros, a nosotros no nos para nadieˮ.
Los lápices siguen escribiendo la historia. Por eso, la esencia de cada marcha del 16 de septiembre es el alma de las revoluciones: jóvenes comprometidos con la realidad de un país, que fueron secuestrados, torturados, desaparecidos y que han trascendido los tiempos elevando sus voces más allá de los años. Esas voces que se multiplican y que cada vez son más, gracias a estos años de reivindicación histórica y de amor militante, hoy continúan construyendo aquel sueño joven de esa generación que luchó incansablemente para defender sus ideas.
La madrugada de aquella noche de septiembre de 1976, sirve para comprender por qué Néstor Kirchner le dió a la juventud el espacio, el lugar y la posibilidad de expresarse, de hacer, de caminar juntos a la par del crecimiento argentino. Aunque para algunos conservadores los jóvenes continúen significando el peligro más inminente, la realidad se cae por su propio peso cuando hay una generación y un Estado que reconoce y contiene a los jóvenes como el puente generacional que garantizará la continuidad de un modelo nacional y la consolidación de un país con igualdades sociales y culturales.
Cuando la juventud se pone en marcha el cambio es inevitable decía el compañero Néstor Kirchner. Y hoy quedó claro cuando por distintas calles del país miles de jóvenes conmemoraban esta fecha bajo un sol que iluminaba los rostros de los presentes y reflejaba los de otros tiempos. Cómo será que no se ha podido parar aquella revolución, que hoy son miles y miles los que representan a María Claudia Falcone, María Clara Ciocchini, Francisco López Muntaner, Claudio de Acha, Horacio Ungaro y Daniel Alberto Racero, y en ellos siguen flameando los sueños enamorados de los 30.000 compañeros detenidos-desaparecidos, dejando en claro que la principal herramienta que tienen los pueblos es la educación pública. Por eso es que están todos tan presentes, ahora y siempre.
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