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El camino que nos enseñan las Abuelas

Miles de personas concurrieron al porteño Palacio de Tribunales para acompañar a las Abuelas de Plaza de Mayo, quienes encabezaron el acto por los 10 años de la Causa Noble, aun sin esclarecer, en reclamo de que se conozca la identidad de Marcela y Felipe, los hijos adoptivos de la directora de Clarí­n, Ernestina Herrera de Noble, sospechados de ser hijos de desparecidos por la última dictadura militar. También se pidió por la aparición de 400 niños apropiados durante ese periodo. “Muchas veces las Madres y las Abuelas hemos recorrido ese edificio viejo y vetusto en busca de respuestas pero lamentablemente Marcela y Felipe son propiedad privada de una empresa”, se lamentó la presidenta de Abuelas, Estela de Carlotto.

De todos modos, mencionó que habí­a “dos buenas noticias para compartir: los 18 años de cárcel común al apropiador de Juan Cabandié, y que Atilio Norberto Blanco, médico de Campo de Mayo, será extraditado desde Paraguay”.

Carlotto agradeció al público presente diciendo que “mucho de todo esto se lo debemos a dos hijos simbólicos de las Madres y Abuelas, además de compañeros de los 30.000 desaparecidos: Néstor y Cristina”. Por su parte, las Madres de Plaza de Mayo Lí­nea Fundadora se expresaron en la voz de varias de ellas. Comenzaron diciendo que ellas como Abuelas saben lo que es la búsqueda y la espera a lo largo de 34 años. “No puede ser que no quieran saber quiénes fueron sus padres, que los están esperando y buscando, ése es el sentimiento de todas las Abuelas que todaví­a siguen esperando un nieto: abrazar a cada uno de los hijos de nuestros hijos, que son la felicidad de todas nosotras”, destacaron.

Señalaron que “la restitución de los hijos ya empezó desde dentro de ellos, aunque no lo sepan. Este es un largo camino en el que hay chicos que lo recorren más rápido, pero es seguro que el deseo de saber quiénes son ya está allí­”. “Hay que decir la palabra justa, son chicos apropiados. Sabemos que ya no hay retroceso: Marcela y Felipe en algún momento van a exigir saber cuál es su identidad”, afirmaron.

Las Madres destacaron “la importancia de toda una juventud que no patotea, que es solidaria y que no lo hace ni por un choripán ni por una coca cola. Es esa militancia maravillosa que heredan de nuestros 30.000 compañeros desaparecidos”.

En tanto, el compañero Juan Cabandié, legislador porteño, caracterizó el acto como “un bálsamo”, porque puntualizó que “esta es la demostración de que el camino de las Abuelas no fue en vano porque ellas socializaron su abuelidad, al juntarse y tener la voluntad y el amor. Porque demostraron que el amor vence a la muerte”.
“Este es un dí­a especial no solo para mí­, sino para mis padres y los 30.000, porque se rompe la impunidad. No es posible construir una Argentina sobre la base del olvido y la impunidad”, afirmó Cabandié, quien aseguró que “hoy se rompió la impunidad porque además de la recuperación de los nietos también hay condena”. Por eso subrayó que “vinimos a decirle a los magistrados, que no se olviden que si hay impunidad están contradiciendo la Constitución, mintiendo a los argentinos”.

Tras recordar la condena a los responsables de los asesinatos en la localidad chaqueña de Margarita Belén, exigió a los jueces que “se atengan a las leyes más importantes que tiene la vida que es saber quién uno es”. “Venimos a traer un mensaje de amor y de vida a Felipe y Marcela y a los demás chicos apropiados. Piensen que no les están haciendo un bien cada vez que dilatan la verdad”, sostuvo Cabandié, quien recordó que “nada de esto hubiese sido posible sin que Néstor y Cristina no hubiesen enfrentado los poderes más concentrados de la Argentina”. “Por eso es que hoy los convoco a institucionalizar la polí­tica de derechos humanos para que perdure por décadas sin dejarlo solamente en manos de Cristina. El camino que debemos seguir es el que nos enseñaron las Abuelas, el del amor y no el del olvido”, concluyó Juan.

Por su lado, el secretario general de La Cámpora, Andrés “El Cuervo” Larroque, destacó que “este reclamo de Justicia es la prueba de que aún algunos miembros del Poder Judicial no están acompañando el reclamo de toda una sociedad y la polí­tica de derechos humanos que desde 2003 con Néstor y ahora con Cristina viene impulsando nuestro proyecto nacional y popular”.
Afirmó que “esta es una causa nacional, es la búsqueda de hijos y nietos, es la búsqueda de verdad, justicia y castigo a apropiadores y represores”. “Nosotros sólo reclamamos lo justo, el derecho inalienable que tenemos todos, que es el derecho a la identidad. A Marcela y a Felipe les dirí­a que la verdad y la justicia es el único camino, y su identidad es importante como parte de un proceso colectivo, más allá del drama individual, y que implica el ejercicio pleno de los derechos humanos en nuestra sociedad democrática”, indicó el Cuervo.

Todos somos nietos

El ex delegado de Clarí­n, Pablo Llonto, leyó un extracto de la carta que el 11 de enero de 2003 Ernestina envió a Clarí­n: “He hablado con mis hijos sobre la posibilidad de que ellos y sus padres sean ví­ctimas de la represión ilegal”.

“Este tal vez sea el indicio más importante que hay en la causa que abre la posibilidad de que Marcela y Felipe sean hijos de desaparecidos”, subrayó Llonto, quien aseguró que “existe una inquietud manifiesta entre los jueces extranjeros sobre por qué ningún juez de la Argentina ha tenido el coraje de decirle al Grupo Clarí­n que Felipe y Marcela deberí­an hacerse la prueba de ADN”.  

Antes de su intervención, el músico Horacio Fontova interpeló a Felipe y Marcela preguntando si no quisieran “ser tan admirados como lo son Cabandié y todos los nietos recuperados”.

 “Yo sé que están atados por algo oscuro y siniestro, pero libérense, dejen de tomar clonazepam. Los queremos con los brazos abiertos”, afirmó el Negro.

Entre los miles de concurrentes, Marcela, 21 años, de Barracas, señaló: “Esta causa la tengo muy presente, es un caso que seguimos todos los militantes de derechos humanos y es increí­ble que se tarde 10 años para hacer un test de ADN. La actitud de los abogados de Ernestina es cuestionable desde la ética profesional, y en todo caso el Colegio Público de Abogados tendrí­a que tomar cartas en el asunto, pero lo más preocupante es que los jueces se lo permitan. Los jueces tiene herramientas para sancionar a los abogados que presentan recursos dilatorios, podrí­an tomar medidas para evitar esto, por eso creo que los jueces son los responsables de que la causa siga adelante”.

Agustí­n, de 27, de Lanús: “Estoy seguro de que un montón de nietos están en mejor posición que yo para dar un consejo a Marcela y Felipe en una situación tan delicada, pero les dirí­a que le pongan huevos y que la verdad los va a hacer más felices”.

Malena, de 30, de Palermo: “Cuando tenés plata podés manipular todo. Si hubiera sido yo la que cometí­a tan aberrante delito como la apropiación de niños, estarí­a presa hace 10 años ya. A los chicos les dirí­a que escuchen a los otros nietos, a Juan Cabandié, a Victoria Montenegro. Además, si uno mismo en la vida personal busca para atrás para arreglar quilombos que tenés en el presente, ellos dónde buscan, qué historia familiar tienen. No lo saben y por eso son infelices”.

Mariana, de 22, de Almagro: “No puede ser que un paí­s no sepa si esos chicos son hijos de desaparecidos o no. Sé que esta causa es complicada, que se vienen poniendo trabas constantemente y esperamos la verdadera justicia, que no es la que aplican estos jueces poniendo trabas. Los abogados de Ernestina utilizan recursos que quizás legalmente pueden ser válidos, pero estos abogados han estado vinculados anteriormente al Poder Judicial y es evidente que forman parte de un aparato de encubrimiento”.

Javier, de 33, de Quilmes: “Marcela y Felipe tendrí­an que estar acá con nosotros, entiendo que están en una posición muy complicada pero sé que el dí­a de mañana van a estar con nosotros luchando”.

Valentina, de 22, de San Martí­n: “Todo lo que hacen es dilatorio, pero va a un buen final que todos sabemos cuál es. Mucha escapatoria no tienen, el brazo de la Justicia va a llegar tarde o temprano, hoy a la tarde llegó la justicia para Juan Cabandié, y aunque sigan dilatando la cosa, el pueblo argentino ya los condenó, y eso me parece lo más importante. Ahora la justicia tarde o temprano los va a condenar, para que los responsables estén donde tiene que estar, que es en la cárcel”.

Walter, de 26, de Boedo: “Marcela y Felipe también son ví­ctimas, y tendrí­an que pensar que tienen padres que hoy no están, pero que fueron padres que seguramente los han engendrado con amor, y que tienen abuelos que los están buscando, y que seguro que ellos mismos no pueden vivir con tanta mentira, tanto engaño. Que busquen el camino de la verdad, la verdad no es ni kirchnerista ni de derecha ni de izquierda, la verdad es una sola y ese camino los hará libres”.

Zulma, de 41, de Valentí­n Alsina: “Acá estamos nosotros para ayudar a Marcela y Felipe. Y como dijo Estela, tenemos amor y fuerza para darles, no están solos, están con muchí­simo jóvenes militantes que buscamos la verdad y la justicia”.

Guillermo, de 35, de Caballito: “Soy de HIJOS y la manipulación de el Poder Judicial me parece aberrante. Y como dijo el compañero Fontova, Marcela y Felipe deben largar el clonazepam. Es difí­cil que acepten lo que está pasando, pero deben entender que están secuestrados desde hace más de 30 años, y que su secuestradora es quien los amordaza hoy. Tienen que abrir su corazón y dejar entrar a esas familias que hace años los están buscando”.

Ciudad de Buenos Aires
El domingo 17 de marzo participamos, por cuarto año consecutivo, de la Marcha de las Antorchas en el barrio de Lugano 1y2 bajo el lema “Iluminemos las calles con memoria” y en unidad con todas las organizaciones del campo popular de la comuna y el Observatorio de Derechos Humanos de la Comuna 8.