Nunca caminarás solo!

Paula Penacca

La compañera Paula Penacca se crió en el barrio de Flores. A sus 5 años, peleando por una indemnización, su familia se vino desde Zárate a la Capital Federal. “En esa época, plena debacle neoliberal, vi como mi papá abrí­a un kiosco, después una remiserí­a, un puesto de diarios, hasta terminar manejando un taxi. Ahi empecé a ver como el ritmo del paí­s influí­a en la vida de la gente.ˮ “Los ´90ˮ, dice, “fueron muy duros. Era muy difí­cil pensar que a través del trabajo se podí­a crecer, se podí­a progresar. Fue una época bastante cruel, en términos de las desigualdades sociales y eso me fue acercando a esa noción casi adolescente que después se empieza a elaborar polí­ticamente, que es la necesidad de luchar contras las injusticias, de hacer algo para cambiar algunas cosas.ˮ
Así­ se acercó, junto con un grupo de amigas, a la Escuelita en la Villa 20. “En ese contexto – ´98, ´99- era muy difí­cil pensar en la construcción colectiva desde la polí­tica, y ese laburo en la villa era un atajo para que muchos pibes que estábamos en la secundaria o empezando la universidad nos involucráramos de lleno en la idea de transformar la realidadˮ.
“El 2001 aceleró el salto de lo social a lo polí­tico, la realidad que nos rodeaba comenzó a exigirnos un nivel de compromiso mucho mayor. No podí­amos preocuparnos sólo porque el pibe pasara de grado, porque en la casa se estaban cagando de hambre.ˮ Muchos de los que empezaron allí­, señala Paula con alegrí­a, son los compañeros que hoy conducen La Cámpora.
“A partir del 2003, con la llegada de Néstor Kirchner, comenzó a haber una necesidad mucho más clara de generar una estructura organizativa que representara este proyecto polí­tico, que militara para que esto creciera y que además, pudiera garantizar la continuidad de este modelo por los próximosˮ -dice Paula- “200 añosˮ.
Agrega: “Fue un proceso largo, pero también muy enriquecedor, creo que eso hizo también que hoy La Cámpora esté fuertemente consolidada, y tenga el nivel de organización que tiene.ˮ
Hoy, Paula es una de las compañeras que lleva a cabo la enorme tarea de consolidar la organización en la Capital Federal, y además, es la responsable polí­tica del armado en la Villa 3 de Soldati.

La construcción de La Cámpora en la Villa 3

“A Fátima llegamos a partir de una referencia muy fuerte, la de Rosa. Ya vení­amos laburando en Soldati, en barrios cercanos. Y la conocí­amos a ella, por la fuerza y la lógica que tení­a y que era la misma que tení­amos nosotros. Así­ empezamos a trabajar muy fuerte la inserción en el barrio y a consolidar nuestra relación polí­tica con ella. Es bastante difí­cil entrar a una Villa, lo primero que tenés que romper es la barrera que plantean los compañeros en relación con la polí­tica, que es lo que nos dejó la dictadura y el neoliberalismo, el hecho de que la polí­tica sea una herramienta para la manipulación de los sectores mas vulnerables. Cuesta mucho entrar en confianza, tener claridad para a hablarle a la gente, fue algo que fuimos aprendiendo en el compartir y construir de conjunto.ˮ

“Estuvimos un año acercando polí­ticas públicas, generando conciencia de que esos eran derechos adquiridos, dando la discusión con los compañeros de porqué nosotros estábamos ahí­ y estábamos haciendo polí­tica, y abonando a una forma de hacer polí­tica nueva, que era diferente a todo lo que ellos conocí­an hasta ahora. Entre actividad y actividad, y un poco de mate, de confianza y de compartir, de esa construcción comenzó a surgir la necesidad de una instancia más polí­tica, que fue la de la elección de autoridades del barrio.ˮ

“La elección fue disparada por una problemática muy grande del barrio: la toma de unas viviendas que estuvieron 6 meses sin adjudicarse. Esa situación frente a la necesidad de la vivienda, en realidad la necesidad de urbanización, y el reclamo legí­timo de tener la propiedad de las tierras en las que viven hace muchí­simos años determinó la toma.ˮ
“Sobre esta reivindicación histórica y la problemática del barrio se montó un proceso de organización en el que los vecinos fueron al IVC acompañados por La Cámpora y por otras organizaciones. Así­ se pudieron resolver casos del barrio, vecinos que viví­an hacinados, pibes que tení­an enfermedades y no podí­an seguir viviendo en sus casas por el frí­o o la humedad, etc. Eso disparo la conciencia de los vecinos que organizados podí­an lograr cosas mucho más grandes que la luz de la esquina, la bolsa de basura en la puerta o la loma de burro. Y que además para hacerse cargo de eso hacia falta organización polí­tica y compañeros luchadores, con trayectoria de militancia en el barrio, y eso definitivamente era Rosa.ˮ

“Y también pensamos que para eso era necesario que se construyera desde la unidad de todos los que en el barrio tuvieran esa misma concepción. Así­ nació la lista de Unidad, con la Corriente Polí­tica 17 de Agosto, y el Centro Construyendo Sueños, con Rosa, Marí­a y Mary.ˮ

“Y ganar en todas las mesas, y por mucho, fue romper una lógica. Porque la polí­tica para las clases medias es una cosa, es la militancia social, universitaria. Pero la polí­tica para los pobres, en cambio, desde el 55 al 2003 era la herramienta por la cual comés, pero al mismo tiempo te anula la capacidad crí­tica y te deja sujeto a lo que otros te dicen que tenés que hacer para seguir comiendo. Y rompimos con todo eso.ˮ
“En este caso, además, se habí­a generado un clima de amenazas, de “meternosˮ miedo: eso fue el saqueo a la casa de Rosa, el intento de incendio.ˮ
“Entonces que la gente vaya a votar y vote, en la proporción que lo hizo, por la Lista 10, por Rosa, por La Cámpora, es romper con esa lógica de la amenaza y el miedo que estaba instalada en el barrio. Pero además fue una demostración de que se puede apostar a esta forma de hacer polí­tica, y a través de ella ganar el poder para lograr una transformación de la realidad. Fue la demostración concreta de que es posible transformar la realidad desde la polí­tica, desde la militancia, desde la organización, desde las mejores concepciones de la polí­tica que son las que nosotros tenemos que instalar y profundizar.ˮ

La Cámpora, Néstor, Cristina y el Proyecto Nacional

“La Cámpora son los pibes, son las marchas, es mi vida. Es la posibilidad concreta de ser parte de este momento histórico. Y además, La Cámpora es Néstor: somos el cuerpo de la cabeza que fue Néstor para pensar en este proyecto polí­tico. Somos las manos, los ojos, los oí­dos del proyecto en los barrios.ˮ

“Creo que lo definimos muy bien a Néstor cuando lo identificamos con el Eternauta. Néstor es nuestro héroe colectivo, es la encarnación en una persona de los mejores proyectos y las mejores intenciones de la historia de nuestro paí­s. Lo que Néstor logró es la sí­ntesis de todos los proyectos polí­ticos que en nuestro paí­s hicieron que el pueblo sea más feliz. Hoy el peronismo y el kirchernismo son indisociables y esa sí­ntesis es Néstor, desde una capacidad polí­tica inmensa.ˮ
“Y Cristina es la conceptualización del proyecto. Si Néstor es la energí­a, la fuerza, la idea, Cristina es lo que nos dijo en Huracán: la institucionalización del Proyecto. Cristina es el valor, el coraje. Es quien nos explica todos los dí­as lo que hace y cómo lo tenemos que defender. Es la conducción del Proyecto que nos da ganas de ser todos los dí­as mejores cuadros polí­ticos, de formarnos y de ser mejores para la enorme responsabilidad histórica que tenemos. Es quien nos impulsa a estar todos los dí­as a la altura de las circunstancias. Y representa además todo eso que representó Evita, y cada una de las mujeres durante los 90 se poní­an al hombro todo para sacar a la familia adelante.ˮ

Finaliza: “Yo creo que con el kirchnernismo recuperamos la polí­tica, en el sentido de que de ahora en adelante cada uno de los argentinos entienda que su participación es fundamental para que las cosas vayan para un lado o para el otro en los destinos del paí­s. Que la construcción colectiva y la participación de todos en la polí­tica es lo que garantiza un modelo de paí­s como el que tenemos y queremos profundizar.ˮ

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