Desde las 16.00hs del viernes 9 de octubre los compañeros de La Cámpora comenzamos a concentrarnos en Avda. 9 de Julio y Avda. de Mayo para marchar hasta la plaza de los Dos Congresos para apoyar la sanción de una ley postergada por más de 26 años, una ley que costó sangre, sudor y lágrimas, una ley que nos inluya a todos, donde todos los habitantes de nuestro país ( y no: “este país”) podamos acceder y emitir información, una ley que nos represente como sociedad democrática, una nueva Ley de Servicios de Comunicación Audiovisuales.
La columna compuesta por más de 900 jóvenes, niñas, niños, hombres y mujeres marchó por Avda. de Mayo hasta la esquina de Entre Rios y Avda. Rivadavia. Una columna impecable, con mucha mística, color y alegría, una columna federal, compuesta por compañeros de la provincia de Buenos Aires, representada por las ciudades de Almirante Brown, Berazategui, José C. Paz, La Plata, Lanús, Lomas de Zamora, Merlo, Morón, San Andrés de Giles, San Miguel, San Vicente y Vicente López, compañeros que llegaron desde las provincias de Formosa, Chaco, Misiones, Córdoba y de la ciudad de Rosario (Santa Fe), y los compañeros de la ciudad de Buenos Aires, y de la Juventud Peronista, una columna que se acercaba a un momento histórico.
A las 2.30 horas llegó el momento de la votación en general de la ley, la tensión se reflejaba en la cara de todos los compañeros, como una película que volvía a pasar, pero esta vez, la cara de traste fue de aquel que nos amargó una fría noche de julio del año pasado, el tablero del recinto sonreía y mostraba un contundente 44 a 24, ¡ganamos por goleada! y los compañeros estallamos en júbilo, bailando, haciendo pogo mientras pasaban el himno nacional (nunca visto), porque no hay nada mejor que una ley de la democracia que pluralice las voces de un pueblo, porque no hay nada peor que un decreto de la dictadura que monopolice las ideas de un pueblo.
La siguiente es una compilación de imágenes de aquella tarde-noche histórica, que compartimos los presentes, y que queremos compartir con los que por una u otra razón no pudieron asistir, pero que estaban representados por cada uno de los compañeros de La Cámpora, que en esa jornada histórica dijo: ¡presente!
